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VOLVER DESDE SAN ISIDRO...


Pasar dos días y una noche en San Isidro, es una experiencia fuera de lo común.
Desde Iruya tomamos por un camino marcado por vehículos y al rato nos cruzamos con el brazo, de lo que en épocas de lluvia es un río bastante caudaloso a juzgar por el ancho del lecho por el cual teníamos que caminar hasta llegar a destino. El río hace zig zag en toda la extensión del lecho por lo cual tenemos que cruzar el hilo de río que no es profundo pero si correntoso. Antes de salir nos habían recomendado que es mejor mojarse los pies para cruzar el río y no tratar de saltar por las piedras y correr el riesgo de alguna lastimadura.
En las diferentes paradas para tomar agua, comer alguna fruta o tomar mate y descansar con Lau, uno no se da cuenta, pero si piensa un poco si se hace un poco de silencio nos damos cuenta de que hay una paz del carajo!!! Solo se escucha el sonido del viento, del agua correr, de nuestros pasos al caminar, el paisaje es increíble.
Por la tarde y después de una caminata muy cansadora de 7 kilómetros cuesta arriba llegamos a san Isidro, es un pueblo más chico que Iruya emplazado sobre las laderas de los cerros que lo rodean. Está a una altura de 2850 m.s.n.m y viven aproximadamente unas 350 personas, 80 familias. Todo el pueblo se dedica a la agricultura, y algunos a los hostales que hay para el turismo aunque no es la principal fuente de ingresos. Todos los víveres que llegan al pueblo se traen a lomo de burro desde Iruya.
A pesar de tener un tendido eléctrico bastante completo, el pueblo no tiene energía eléctrica. Hace un tiempo tenían un generador que les daba electricidad dos horas al día. Pero se rompió y desde entonces no volvió a haber luz. Esperan, según nos contaba Teresa, que atiende el hostal y comedor que lleva su nombre, que se cumpla un proyecto que hay de traer luz eléctrica desde Iruya pero que se haría pasado la mitad del 2008 cuando termine la temporada de lluvias y los caminos sean seguros para los trabajadores.
La cena fue a la luz de las velas. De noche solo se escuchaba el ruido del agua del río, en el cielo cuando las nubes se abrían un poco ciento de miles de estrellas. Fue una sensación muy extraña sentirse en el medio de la nada, sin luz, sin señal de celular, sin nada de lo que es común en nuestras vidas.
San Isidro es un pueblo muy humilde. Su gente es muy cálida y amable y nos han tratado de maravilla.
Hoy volvimos a Iruya, mañana a las seis de la mañana viajamos devuelta a Humahuaca para pasar año nuevo. Cada paso cada pueblo, las personas que conocemos en el camino van llenándonos de experiencias, de anécdotas y de paisajes hermosos que valdrán la pena por siempre recordar.




Con Lau nos tomamos un descanso. En ese río que se ve, dejamos una bolsita de ciruelas y manzanas que cuando retomamos camino nos olvidamos!! Tanta paz nos volvió olvidadizos. Por suerte cuando volvimos por el mismo camino todavía estaban allí, bien frescas!!!




Llegando a San Isidro





San Isidro desde arriba de los cerros





San Isidro, escondida entre los cerros





Cena a la luz de las velas ayudada por una linterna colgada en el techo, en el hostal de San Isidro





Don federico, trabajó 36 años en la zafra cortando caña de azucar. Nos encontramos con el en la entrada de Iruya volviendo de San Isidro. Había salido a caminar hasta el río y nos pusimos a charlar.




Vista de la entrada de Iruya
DESDE IRUYA...

Hola Todos...
Hace ya cuatro dìas que estoy de viaje, me encuentro en un pueblo muy pequeño rodeado de cerros que se llama Iruya. Està a unos 60 kms de Humahuaca, se puede llegar a traves de caminos de ripio por momentos muy sinuosos que dan un poco de miedito.
Hoy estamos yendo hacia San Isidro, un pueblo a unos 7 kilometros de acà que solo se llega caminando siguiendo el lecho del rìo.
El primer dìa en Humauaca antes de venir hasta fue volver a recorrer lugares donde tan lindo la habia pasado, volver a caminar esas calles y a ver ssos paisajes y recordar momentos que pasamos con aquellos que aquel enero habiamos conocido en Tafì del Valle.
Volviendo a Iruya, la gente es muy amable y hospitalaria, en el hostal de Asunta donde estamos parando nos han tratado muy bien, como siempre no falta el turismo extrangero, alemanes en este caso.
Veremos que nos depara San Isidro, un pueblo muy chico sin energia electrica.





Desde el mirador de Humahuaca






Desde el Mirador de Iruya



En el camino tendremos que saltar piedras, en el camino cruzaremos almas nuevas...

Otra vez en la ruta, otra vez en el camino, para recorrer caminos conocidos, volver a ver paisajes hermosos que se merecen una segunda visita y visitar por primera vez aquellos que probablemente nunca vuelva visitar.
Volveré ver caras conocidas, a recorrer rutas antes andadas, también conoceré lugares, personas historias nuevas.

Todo arranca el 27/12/07 en Humahuaca. Dónde tenemos planeado con Laura, que llega unas horas antes que yo, hacer unos kilómetros e ir a visitar un pueblo muy conocido como Iruya, del lado de Salta. volveremos seguramente a Humahuaca antes del año nuevo para festejarlo allí.

El 3 de enero llegan Pino y Gla y continuaremos viaje. El resto está planeado entre Bolivia, Perú, el norte de Chile y devuelta Argentina.

En el mapa está marcado el posible trayecto para que más o menos se orienten. En las siguientes entradas iré narrando y subiendo fotos, siempre y cuando lo posibilite la conexión de Internet de donde me encuentre, como lo hice el año pasado de cada lugar que visito.
Para ver las fotos y el mapa más grande hagan clic sobre ellos.
Hasta la próxima!!!